Y cuando fue el momento que deje de soprenderme de los detalles más simples... más pueriles... No sé aveces... cuando la lluvia cae penetrantemente sobre mi ventana, explotan esos miles de anehlos sobre mi reflejo... es ahí cuando deseo percibir esos nobles detalles que hacen zamarrear a mi corazón... Un día cuando el sol cae secamente en mi rostro, cuando la gota del sudor se esparce y recorre todo mi cuerpo dandose cuenta de lo vacia que me ecuentro... esa gota que percibe el sufrimiento comienza soñar, sí a soñar... que esta siendo parte de los anhelos de mi mente.